martes, 14 de julio de 2009

Mundo travesti *

Como estudiantes residentes en esta ciudad, cuando nos decidimos por este tema, esperábamos realizarlo con entrevistas a personas también de esta ciudad, sin embargo nos fue imposible; en Santa Rosa nos pusimos en contacto con tres personas objeto de nuestra investigación, para responder a nuestras inquietudes: Conocer la forma de vida que llevan, a partir de su exclusión.

por: Heazr García,
Diana Lalangui, Maritza Marín


La homosexualidad es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo.
Según se ha difundido en internet, en Riobamba y Latacunga la homosexualidad es perseguida "porque son ciudades pequeñas, conservadoras y en dónde el colectivo gay aún no tiene espacios de inclusión".
Si se habla de derechos de homosexuales primero se debe comprender que la ley no hace ninguna distinción entre el homosexual y el heterosexual, lo que sí hace nuestra legislación es definir y proteger los derechos de la persona.
Toda persona es sujeta a derechos y obligaciones y estos derechos y obligaciones aparecen contemplados en la legislación de todo el mundo.
Así pues, decir que se busca defender derechos homosexuales es tanto como decir que se trata de algo distinto a una persona.
Hasta el año 1997 el Art. 516 literal l del Código Penal del Ecuador penalizaba la homosexualidad, con cárcel de cuatro a ocho años para la pareja.
El artículo 23 de la constitución de 1998 garantiza lo siguiente: La igualdad ante la ley, todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religión, filiación política, posición económica, orientación sexual; estado de salud, discapacidad, o diferencia de cualquier otra índole.
En gobierno actual planteó la posibilidad de legalizar en la nueva constitución el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país. Esto ha entrado en la controversia entre los partidos de la derecha conservadora, de oposición al gobierno, así también entre la iglesia católica y las iglesias protestantes.

COMUNIDADES Y PORCENTAJES
La comunidad GLBT (gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros) ecuatoriana celebró este 28 de junio, el Día del Orgullo Gay,
Se ha establecido que el 10% de la población mundial es gay. En Ecuador no hay un estudio de datos concretos que den un resultado específico, mucho menos en la provincia, o por lo menos en la ciudad de Machala.
Gracias a una compañera residente en Santa Rosa, que nos puso en contacto con tres personas objeto de nuestra investigación, pudimos recoger información para responder a nuestras inquietudes: Conocer la forma de vida que llevan, a partir de su exclusión.

Desprecio y humillaciones
Al realizar la investigación entrevistando a: "Ingrid", tiene 22 años de edad; "Ana Paola", tiene 22 años de edad; "Andrea", tiene 21 años de edad.
Ellas demostraron amabilidad y cortesía al momento de la entrevista, pidiendo un poco de tiempo para maquillarse y vestirse “para estar presentables”; a ellas les gusta maquillarse, verse bien, vestirse de una forma llamativa.
Con mucho respeto cuentan poco a poco sus vivencias. Ellas se consideran transgénero, es decir tratan de cambiar su cuerpo para parecer mujeres, porque se sienten mejor de esa manera, llaman la atención y atraen a los hombres.
Cuentan que fue muy dura su vida antes de revelarse como tal, ya que recibieron el desprecio y las humillaciones de la sociedad y de su familia. Cuentan que desde pequeñas sentían atracción por otros niños y que les agradaban las cosas que usan las mujeres. Según ellas, otros se volvían homosexuales por producto de violaciones.

PREGUNTAS
Hemos realizado las siguientes preguntas para poder saber ¿Por qué decidieron ser homosexuales?
1.- ¿Cómo se sienten tratadas por la sociedad?
2.- ¿Cuál es el trato que reciben de su familia y de qué manera les apoyan?
3.- ¿Creen ustedes que los homosexuales tienen el derecho de formar una familia al igual que las demás personas?
4.- ¿Piensan ustedes que la vestimenta es importante para la identificación propia de un homosexual?
5.- ¿Cuál es el trato de las personas hacia ustedes?


LAS RESPUESTAS

En la primera pregunta Ingrid responde: "Bueno, para especificar: no todas las personas nos tratan bien; son muy pocas, realmente, las personas que, quizás, se portan muy bien con nosotros; quizás será porque nosotros demostramos tener una buena forma de ser hacia ellos. La verdad es que la mayoría de las personas, en general, siempre se portan mal. Existe bastante discriminación" respondió con un poco de melancolía; Ana respondió que "hay personas que realmente nos tratan bien, pero muy pocas; hay personas que, por hipocresía, talvez nos pueden tratar bien, pero a las espaldas nos tratan muy mal; nos hacen sentir mal, de lo peor". ana confiesa que su familia todavía no la puede perdonar, que no le hablan y mucho menos la dejan llegar a la casa; Andrea sostiene que muchas personas las tratan mal, que las humillan". Andrea se dio cuenta de su inclinación sexual a los 14 años, y lo cual fue muy duro, ya que toda su familia le dio la espalda.
En la segunda pregunta Ingrid respondió lo: "Bueno, la verdad es que mi familia sí se porta muy bien conmigo, pero hasta cierto punto; me apoyan como persona, como hijo, como hermano, quizás, pero hasta el punto de llegarme a entender cómo es mi forma de ser les falta muchísimo"; cuenta que cuando era niño a le gustaba pintarse la boca con "fresco solo" y que el papá le pegaba, pero que a él no le importaba. Ana respondió lo siguiente: "Es muy diferente a lo de mis amigas, porque ellas aceptan como soy; en mi caso no, me tocó venir de tan lejos (del oriente) para sentirme bien, es el motivo por el que estoy aquí", mientras que Andrea nos respondió "mi mamá me quiere muchísimo, vuelta mi papá no me acepta; por lo visto mis hermanos tampoco".
En la tercera pregunta Ingrid respondió "todas nosotras somos personas, somos iguales a todos, la única diferencia es que tenemos inclinación hacia nuestro propio sexo, y nada mas; tenemos derecho de formar una familia, pero yo sí creo que un hogar lo podríamos hacer". Para Ana la respuesta es sí, "porque somos seres humanos que nos caracterizamos por sencillez y humildad; tenemos doble sentido, sentimos tanto como mujeres y como varones"; mientras que Andrea nos respondió "podemos y somos, prácticamente, una mujer. Lo único que nos falta es tener hijos"
A la pregunta ¿Piensan que la vestimenta es importante para la identificación propia de un homosexual? Ingrid respondió "claro que sí, es importantísimo porque eso es lo que identifica a la persona, porque si nosotras nos vestimos de una manera vulgar, aparte de que tenemos, para la sociedad, ese "defecto" de ser homosexuales, peor si nos vestimos de una manera extravagante. Ana dice sentirse bien por la la manera como está vestida "pero hay personas que critican"; mientras que Andrea lo hace porque debe dar la apariencia de lo que es.
En la quinta pregunta que se realizó Ingrid respondió que se siente feliz porque es algo que siempre, desde muy niño había sentido: "He tenido que luchar contra un muro enorme, que he tenido que saltarlo para llegar hacer como soy; yo me siento muy bien, súper que feliz"; para Ana "hay momentos que son difíciles, y también momento lindos, o también muy tristes; nos sentimos solas nos rechaza"; para Andrea la vida ha sido muy dura "porque yo no vivo con mi familia, por eso se me hace dura; mis amigas viven con su madre y su padre... vuelta yo vivo sola... yo soy sola".

La revolución de Alfaro, la película

Mayron Dávila,
primer asistente
de Dirección
de última película
ecuatoriana

"Para mí la responsabilidad era tremendamente grande porque sentía que no solamente estaba por mí sino que estaba representando a un pueblo, a toda Machala, a la provincial, porque acá también hay talento"
Mayron Fredy Dávila Ordóñez, actor y director de cine, teatro y televisión autodidacto, comenzó desde hace algunos años realizando cortometrajes, tratando de explotar y demostrar que aquí se puede también hacer vídeo cine.
Sin embargo, a fines del año pasado armó su maleta y se fue Quito, a vivir por una temporada mientras duraba la filmación de una de las últimas producciones cinematográficas realizadas en el país.
"La experiencia que tuve creo que es bastante grande, enriquecedora, ya que pude trabajar con cámaras de cine, en un proceso de producción bastante grande y ambicioso en la producción nacional", dice.
¿Cuál fue el nexo para embarcarte en el proyecto?
A través de un casting. Como yo pertenezco al TAF (Taller de Actores y Fábulas, dirigido por Juan Diego Pérez, junto con Rosita Ponce) me habían enviado una nota por e-mail de que se abría el llamado a casting para hacer una película sobre Eloy Alfaro. Yo, como he sentido bastante pasión, soy un Alfarista ferviente, decidí irme por el mes de noviembre para hacer la prueba como actor. Cuando llegué presenté mi currículum, las pruebas de mi experiencia, y de una me propusieron que trabaje en producción. Yo dije “¡bueno, chévere!, trabajaré en una cosa más grande”, y quedaron en avisarme. Hasta que me llegó un e-mail diciendo que estaba aprobado para trabajar ¡como primer asistente de Dirección!, que significa más o menos como segundo Director. Algo tremendamente grande que lo asumí con toda la fuerza: Sí, sí lo puedo hacer. Cogí mi maleta y fui a Quito: el 2 de enero empezaba a trabajar.
¿Qué tal la experiencia?
Me recibieron con gran calidez; para mí la responsabilidad era tremendamente grande porque sentía que no solamente estaba por mí sino que estaba representando a un pueblo, a toda Machala, a la Provincial, porque acá también hay talento; por eso quería hacerlo lo mejor posible, ponerle todo mi empeño; y así fue. Cuando leí el contrato, las responsabilidades iban desde ayudar a seleccionar actores, buscar locaciones y dirigir la segunda unidad. Yo me dije “¡Cheverísimo, qué oportunidad más grande!, para poder crecer en conocimientos y poner en práctica todo lo que había aprendido durante estos años”. Comenzamos la búsqueda de locaciones; por un mes estuve recorriendo Ibarra, Riobamba, Latacunga, Ambato, Alausí, Huigra, buscando los lugares apropiados.
¿Qué lugares fueron escogidos como locaciones?
Quito, Guayaquil, Manta y Riobamba fueron los lugares escogido para la producción, que duró un mes de grabación. En cine máximo se graba cinco escenas diarias, pero llegamos a grabar hasta 10 escenas, y todo estaba bajo mi responsabilidad, porque yo tenía que ir a armar toda la escena, el director decía “ya, está bien”, y comenzábamos a grabar. Grabamos en un formato nuevo, el HD, que es lo más parecido al cine, porque grabar cine es demasiado caro. Eso fue bastante grande, porque sólo el personal técnico éramos 40 personas. Para mí, trabajar en medio de ese personal técnico, era una responsabilidad bastante fuerte.
¿En qué situación está actualmente la producción?
El pre-estreno se lo hizo el 25 de junio en el teatro México de Chimbacalle, en Quito. Ahora se la está puliendo para hacer el lanzamiento formal. Se está ajustando la edición, porque en grabación se hizo maravillas. A nivel de valores en acutación se sacó muchísimo, porque se trabajó con grandes personalidades como los hermanos Héctor y Andrés Garzón, Darío Gómez, Maricela Gómez, actores reconocidos de la pantalla; el que hizo de Alfaro, cuando era joven, fue Jorge Aguirre, y cuando ya era mayor, lo hizo Nayib Salazar (el que hizo el personaje del Cuentero de Muisne), que es un actor fantástico, con él salían las escenas muy fluidas. Personalmente pude poner en práctica algunos efectos especiales que desde hace años aprendí, como explosiones, balas, impactos, sangrados, cortes y todo eso… Fue como un curso intensivo. En definitiva creo que fue una experiencia bastante grande.

FICHA

Dirección General: JUAN DIEGO PEREZ P.
Dirección de Fotografía: JAIME CUESTA H., IVAN CUESTA A.
Guión: DIEGO PEREZ T.
Dirección de Producción: ROSA BLANCA PONCE
Música: MARCELO BELTRAN F.
Dirección de Arte: CLAUDIA MAGGIORINI
Cámara: IVAN CUESTA - FRANKLIN LOPEZ
Efectos Especiales: CESAR BUSTAMANTE
Edición: CUESVISION S.A. - FRANKLIN LOPEZ
Sonido: JAIME CUESTA CUESTA
Iluminación: MARCELO VALLEJO
Continuidad: MONICA BOLAÑOS
Maquillaje: FERNANDO SAEZ C.
Vestuario: ANA GRABRIELA POVEDA
Producción Ejecutiva: PATRICIA HIDALGO P.
Primera Asistencia de Dirección: MAYRON DAVILA
Segunda Asistencia de Dirección: LAURA CARREÑO
Asistente de Maquillaje: KIRSTI RAUNIO-HEISE
Peluquería y Asistencia de Maquillaje: ANDREA P. ARTEAGA
Asistente de Vestuario: ALEXIS CROW SGHIRLA
Ambientación y Utilería: ANDRES VALENCIA
Asistente de Iluminación: RICARDO COBO INTRIAGO
¿Cine en Machala?
Tú has sido el loco solitario, en esto de hacer cine en Machala ¿cuántas producciones haz logrado realizar?
En Machala hemos hecho ya dos producciones, la del Juicio a Caín y Paso equivocado.
¿Y cuántas se te han quedado en el fondo del bolsillo vacío?
Muchas, pero tenemos la paciencia para ir poco a poco. Ahora estamos con dos proyectos: Uno propio, y otro en sociedad con XTREME STUDIO. Estoy detrás de la historia de Manuel Serrano.

El Ministerio de Cultura aportó con 190 mil dólares para la producción. Con eso se costeó los salarios de los 400 actores (incluidos los extras), más el equipo de producción.
La idea empezó a tomar forma hace dos años cuando el colectivo TAF y el Ministerio de Cultura se aliaron para el proyecto Pasión por la Cultura.
El argumento ha sido adecuado a la abreviación cinematográfica e incluye los hitos fundamentales de la historia, al tiempo que busca mantener la tensión dramática del personaje y su gesta.

Memoria para construir la identidad

Entrevista al hisatoriador Vicente Poma Mendozam de la Unidad de Patrimonio, Historia y Culturas del Consejo Provincial de El Oro

"Las preocupaciones nuestras son diferentes, tienen que ver con la formación, la estructura, la conciencia cultural de los orenses. Nuestro trabajo no se ve bajo la perspectiva de espectáculos, formación artística o infraestructura."

Entrevista y foto: Jorge Prócel R.

El Gobierno Autónomo Provincial de El Oro creó la Unidad de Patrimonio, Historia y Culturas, bajo la responsabilidad del profesor Vicente Poma Mendoza, producto del encuentro al que asistieron diversos actores sociales y culturales para conformar las mesas de discusión del Plan de Desarrollo de la Provincia de El Oro 2005-2016. Dentro de esa perspectiva, la Unidad trabaja el objetivo de restituir la memoria de la Provincia.
“Rescatamos la memoria para construir la identidad de los orenses. Esa es la política cultural que la Prefectura de El Oro sostiene a través de la Unidad de Patrimonio”, enfatiza Vicente Poma, en una entrevista sobre la responsabilidad histórica de la construcción de la identidad orense

¿Cuáles son las actividades que ha realizado la Unidad?
La primera tarea fue realizar un inventario de los bienes patrimoniales en cuanto a identidad, historia y memoria que tiene la provincia. Luego se conformó una Asociación de Autores Patrimoniales, donde se registró a todos aquellos escribientes que de alguna forma han aportado o están aportando a la memoria social, literaria, historiográfica; luego se ha ido publicando algunos de sus trabajos. Por ejemplo: se recogió la memoria de la invasión peruana, que fue un hecho que marcó a estos territorios en la década del `40. Se convocó a escribir en primera persona a aquellos que vivieron estos eventos, con el fin de recopilar hechos que nos identifican, que son parte de nuestro sino. Luego vino la constitución de la Bienal de Patrimonio Orense, que es prácticamente la vitrina donde se exhibe nuestra memoria, nuestro patrimonio, nuestra identidad, a través de la memoria visual, de la memoria literaria; también se hizo una bienal de pintura con la participación de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Técnica de Machala. Este año, en apariencia, es pasivo en cuanto a actividades de la Bienal; sin embargo estamos muy activos porque en el cantón Pasaje estamos exponiendo la memoria visual de la transferencia de cultivo de cacao en banano, que es la vivencia, el guión de la transformación social de estos pueblos desde 1900 hasta el presente, porque la memoria es también la temporalidad, lo que actualmente vivimos. Este año estamos promoviendo algunas consideraciones vinculadas a la literatura: Hemos festejado, con un gran pregón, los cien años del natalicio de Alejandro Campoverde Andrade; hemos logrado recuperar toda su poesía y parte de su biografía; actualmente estamos trabajando un libro con todos sus textos en prosa publicados en periódicos y revistas. Otro autor en el que estamos trabajando es el poeta y músico José Antonio Jara Aguilar, el “Chazo”; este trabajo se lo está difundiendo en la parte alta con la participación de los autores patrimoniales, como el Dr. Gonzalo Rodríguez Calderón, entre otros; esto se está haciendo en Zaruma, mientras que en toda la provincia se va a buscar poesía y cuentos dedicados a la memoria, en honor a Alejandro Campoverde Andrade. Eso, en general, es la visión de la Unidad de Patrimonio, con el fin de sacar adelante el proyecto que tiene el Prefecto Montgómery Sánchez Reyes, de restituir nuestra memoria y de apropiarnos de nuestra identidad.

Prioridades de este año
Este año toca trabajar la parte baja de la provincia. En el bosque seco de Huaquillas, con los autores patrimoniales, se trabajará un museo de sitio; en Arenillas se trabajará el rescate de la memoria de la hacienda Zaragoza, y toda esa riqueza, fabularia inclusive, que dejó la invasión peruana, al igual que la memoria ferrocarrilera de Arenillas, marcada por la traza que le dejó la línea férrea al subir a la ciudad.

En Machala hay nuevos espacios, o que han sido reacondicionados para ser más dinámicos, como ocurre en la Casa de la Cultura; luego de 30 años el Municipio de Machala ha asumido nuevamente su responsabilidad de ofrecer a los machaleños un espacio para que apreciar el arte y espectáculos de danza, música, teatro… También, de parte del Ministerio de Cultura, existe una propuesta de crear un centro para la difusión y formación de artística… Al parecer ustedes no necesitan un escenario para el trabajo cultural.
Las preocupaciones nuestras son diferentes, tienen que ver con la formación, la estructura, la conciencia cultural de los orenses. Partiendo de la identidad, nuestro trabajo no se ve bajo la perspectiva de espectáculos, formación artística o infraestructura. Es algo diferente, es una política que trata de socializar estudios historiográficos, tradición, oralidad. Hace diez años se hizo la restitución de un valor arqueológico inconmensurable: Yacuviñay, o Yacuviña, en el que se puso en valor arqueológico algo que estaba perdido en la memoria, que era reconocer el paso de los incas por esta zona: eso es un valor, una restitución. Lo que estamos haciendo ahora en Chacras, Huaquillas, es una restitución: valorando hasta cuándo el puerto, el estero de Hualtaco, entró hasta la misma pampa de la hacienda La Huaquillas, antes de ser puesto de aduanas, de control de alcoholes, de migración.

¿Cuáles entonces son los indicadores para evaluar el trabajo de la Unidad?
Le explico: En Hualtaco intentamos hacer un museo de sitio con memoria visual, oralidad, literatura, con testimonios de los oriundos de Hualtaco, Huaquillas, Chacras. Ese es el rescate de nuestra identidad, y nuestro pueblo tiene que ir apropiándose, a saber, a conocer y valorar eso. Esa es la política cultural del Consejo. Las otras instituciones harán lo suyo en su debido momento.
Necesitamos coordinar trabajo: Nosotros ponemos esto, los de allá eso, los de más allá eso otro, y haciendo todos juntos lo que mejor podamos por la Provincia.

Sobre todo: Hay escenarios
El centro Luz Victoria Rivera tiene espacios para formar artísticamente a los jóvenes, quizá haya que pagar por ellos, porque quizá no hay como subsidiarlos por la economía de la alcaldía, pero algo se está haciendo y sobre todo: Hay un escenario. La Casa de la Cultura, a través de Luis Serrano también prepara un espacio; además está otro espacio cultural en Puerto Bolívar: el Muelle; ahí la Casa de la Cultura no restituyó un patrimonio, porque ese no es el muelle; hay que volver a restituir ese patrimonio, lo digo como patrimonialista que soy: NO SE LOGRÓ RESTITUIR ESE PATRIMONIO. No hubo mala intensión, no estoy diciendo nada de eso. Restituir es poner en valor arquitectónico, aunque sea con otros materiales, algo que se aproxime a lo que fue: el antiguo muelle francés municipal de los 1900.

¿Todo sobre ruedas?
Existen nuevos espacios culturales y la Unidad trabaja en el rescate de la identidad... Aparentemente ¿todo marcha sobre ruedas? ¿No falta nada?
Claro que falta: falta coordinar, no repetir procesos. Por ejemplo: tenemos los trabajos “Machala en la independencia” y “Machala en Puná”. Eso se puede llevar al teatro, de hecho se está haciendo un guión para documental; pero eso tendrían que hacerlo otras instituciones. El caso de Rosa Vivar: se puso su nombre al premio que reconoce valores cívicos a la mejor orense; se editó un libro sobre su participación en la protestas de los mineros de Portovelo, y se hizo también un documental. Se le puso valor cívico al 22 de noviembre de 1968, cuando se luchaba por la universidad, se hizo un libro y luego se hizo un monumento; con eso recuperamos la memoria, se da testimonio de que esto hubo. Pero tenemos que ir coordinando. Pienso que un gran director de teatro, como es Ángel Vélez, puede dirigir un grupo de Teatro de la Alcaldía de Machala, y generar cultura de apropiación, como lo hizo con Nahúm Briones: eso es parte de nuestro patrimonio cultural. Ángel Vélez está metido en el asunto de recuperar memoria, como productor independiente: Él debería estar en la Casa de Cultura o en el nuevo Teatro (que a los 30 años ha vuelto al Municipio: 20 destruido y 10 bajo la administración del Frente de Rescate de la Cultura, que lo manejó muy bien sin presupuesto del Estado). Cultura de apropiación, que redunda en nuestra memoria, en nuestra identidad, en saber qué somos… Lo que falta es coordinar. Con la UNE hemos coordinado tareas; a ellos se les obsequia los libros, creando un espacio de lectura. Igualmente le entregamos libros para las 60 bibliotecas que mantiene el Departamento de Cultura de la Dirección de Educación, y ellos a su vez promueven la lectura. Las Alcaldías y la Casa de la Cultura, a su vez, harán lo suyo en sus propios espacios, ojalá con proyectos relacionados con nuestra identidad.

¿Es necesaria una Coordinadora Cultural, como lo propuso, precisamente, Vélez cuando estaba al frente del Departamento de Cultura y Arte de la U.T.M?
Claro, y que se materialice con hechos. Nosotros ponemos esto, los de allá eso, los de más allá eso otro, lo que mejor podamos por la Provincia. Ahora que también hay que esperar la Ley de Cultura, que se está cocinando. Pero de todas maneras necesitamos, con la ley o sin la nueva Ley de Cultura, una coordinación de trabajo ¿hasta cuando decimos que falta mucho qué hacer en cultura y no aceptamos dar una mirada a la riqueza histórica que nos rodea?

En busca del Puente Perdido


En busca del Puente Perdido
Línea de frontera: punto de encuentro y desencuentro de la conciencia de origen de algunos de sus habitantes, descendientes de padres de ambos lados.

Jotaprócel
-¿Y cómo te llamas, pata?- pregunta Vicente.
-Yo soy Romero -le responde-. Soy el guardián de aquí.
-Tú eres de los Romero de Pasaje- dice Vicente.
-De Santa Rosa, allá tengo familia.
- Pero todos los Romero vienen de Zaruma.
-Sí- asiente-. De allá venimos
Estamos con Vicente Poma, miembro de la Academia de Historia del Ecuador, en busca del Puente perdido, cinco metros adentro del territorio peruano, pasando un hilo de agua que dicen es un ramal del Zarumilla, en las afueras de Chacras. Al frente nuestro, en el lado peruano, se lleva a cabo la construcción de un gran dique, con sus respectivas alcantarillas, que según lo planificado debe impedir las inundaciones típicas de invierno, cuando el tímido hilo de agua del Zarumilla se engorda, se despierta y se levanta arrasando con todo. La obra está muy avanzada y, según convenio, debe haber una contraparte del lado ecuatoriano. Sin embargo no hay nada más que tierra, vegetación, cultivos, un poco de palos pintados de blanco y de rojo. Nada más.
“Está suspendida la obra porque encontraron minas antitanques”, explica Romero.
Sobre el antiguo puente de madera, que sirvió de unión para el intercambio comercial entre Ecuador y Perú, desde el primer cuarto de siglo pasado hasta mediados, dice que su papá le contó que era por allá, al frente del pino del lado peruano, a pocos metros de La Palma, la población peruana frente a Chacras. “¿Ve esa bandera ecuatoriana, que se la ve como a mitad del río? Por ahí era”, afirma Romero.
Luego de caminar cerca de un kilómetro, en la orilla ecuatoriana, frente a la bandera, nos damos cuenta que no está en medio del río, sino al otro lado, cruzando el río. Un grupo de muchachos que cruza el río, caminando, nos saca de la incertidumbre:
“No, el río cruza también por el otro lado. Eso que ven es una isla que se formó con una creciente. Antes todo esto era chacra de la familia Mora y, donde estamos ahora, en el río, era la chacra de una tía. Sólo quedó eso, la Isla. Por eso está allá la Bandera ecuatoriana”, nos explica Henry, un muchacho vivaz de 13 años, hijo de padre ecuatoriano y madre peruana.
- Si quieren yo los llevo a donde era el puente. Mi abuelito dijo que era ahí, en el barranco- nos ofrece, luego de saber el motivo de nuestra presencia.

El puente le interesa particularmente a Vicente, para reconstruir el tránsito de Manuela Sáenz (http://es.wikipedia.org/wiki/Manuela_S%C3%A1enz) en su exilio hacia Perú, como parte de una de sus investigaciones.
Cruzamos el río, caminado, con los zapatos en la mano. En la chacra está regando don Orlando, su tío. Con una bomba doméstica, mediante pequeños diques, reparte el agua para el frejol, limones, yuca, papaya y otros cultivos pequeños que le da sustento a la economía familiar.
En el camino hacia el barranco, Vicente le pregunta a don Orlando, que también se ha sumado a nuestro empeño: ¿No han tenido problemas por la Bandera?
Foto publicada en Diario el Nacional,
registra el momento
en que el militar peruano devuelve
la Bandera al Jefe del ejército
ecuatoriano de la zona.


- Muchos. Ha veces se la han llevado. La última vez vino un grupo de militares peruanos, de civil, y se la llevaron. Yo les expliqué esto era ecuatoriano, que en una creciente el río se metió por otro lado, pero igual se la llevaron. El comandante de la Brigada de la provincia tuvo que pedirla, más o menos por el tiempo del conflicto del Cenepa, y entonces se la entregaron.

Hasta que llegamos al barranco. Ninguna señal. Sólo el cauce seco, rastros de nigüitos viejos cerca de un botadero de basura, y a treinta metros La Palma, un caserío próspero al que le están construyendo un sistema de alcantarillado, con una escuela y una biblioteca muy bien equipada, frente al parque donde donde un monumento le rinde homenaje a un héroe peruano de apellido Carrasco.
Las versiones de un habitante de Las Palmas ubican el puente del que no quedan vestigios, sólo la memoria recuperada de dónde estuvo, en un lugar que la misma naturaleza ha cambiado de aspecto.
Al despedirnos, aún nos acompaña Henry, que nos ayuda a cruzar de regreso el Zarumilla. Luego de despedirnos, Vicente le pregunta: ¿Cuál es tu otro apellido?
- Carrasco.
- ¿Familiar del héroe peruano?
- Sí.
- ¿Por qué es héroe?
- Porque lo mataron cuando íbamos a conquistar ese lado…

El proceso independentista no puede estar en disputa

El proceso independentista no puede estar en disputa
El 10 de Agosto de 1809, sin poder ser comparado su valor historiográfico con el del 9 de Octubre del 1820, son partes del proceso que termina con la batalla del Pichincha el 24 del mayo de 1822.
(Ivin Opa)
La unidad que debemos seguir en nuestro proyecto de país, hay que consolidarla sustentando la memoria histórica, despojándonos del parroquianismo e interpretaciones regionalistas, reduccionistas por un lado, y centristas capitalinas por otro. Hay que considerar que fue un tiempo histórico donde participaron todos los pueblos, en un proceso rodeado de factores internos que sufría la península colonialista, así como los virreinatos, audiencias y presidencias de ultramar acá en América.
El debate del bicentenario de aquel intento primigenio de independencia, (como se haya presentado) quizá es el punto de inflexión donde comienza el periodo independentista en nuestro país, dada las circunstancias históricas internas que vivía Europa, las Cortes, la ocupación napoleónica y una acentuada disfunción de la monarquía, hecho que fue aprovechado por todas las Colonias para manifestar sus sentimientos separatistas de sus viejas madres patrias.
Dadas todas estas circunstancias el 10 de Agosto de 1809, sin poder ser comparado su valor historiográfico con el del 9 de Octubre del 1820, son partes del proceso que termina con la batalla del Pichincha el 24 del mayo de 1822.
La biregionalidad y el bicentralismo no han dejado ver claramente los procesos y aportes de los demás pueblos de la periferia, ya que la historia la escribieron los criollos más cercanos a la corona, no la escribieron (y para ellos no son actores) los negros, aborígenes y mestizos, aunque de esto ya se preocupó el Congreso Iberoamericano de Academias de Historia realizado ahora último en Quito, cuando el historiador Carlos Ramos manejó la ponencia "indígenas y negros en la independencia", así como también la historiadora española Carmen Sanz Ayán, cuando propuso la ponencia "SIMBOLOGÍA Y LEGITIMIDAD DE LA PRIMERA JUNTA SUPREMA DE QUITO 1809".
La memoria histórica nacional, con la participación de Miembros de la Academia de Historia del Ecuador, ya está sistematizando la participación de lojanos, cuencanos y orenses en las gestas de aquel proceso independentista, así como los aportes de la región sur del actual Ecuador que beneficiaran a la definitiva independencia de Perú, en la cual tienen gran participación los puertos de Machala y Santa Rosa en el abastecimientos de vituallas a los puertos de Paita y Callao, sin olvidar los aportes de Loja y Zaruma, así como de los cacaoteros de la parte baja, con la presencia del Coronel Cestari desde 1823, dando inicio quizá a otro proceso que está vinculado a la cantonización del Puerto de Machala en la Ley Territorial de aquel entonces.
El periodo independentista entonces, para sus actores, tuvo una visión más amplia en la cual todos luchaban contra un sólo enemigo: el colonialismo.
A doscientos años del primer grito de independencia, coincidiendo también con el centenario de la creación de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, la Provincia de El Oro, a través de la Prefectura y de editorial P&C, junto con la Academia de Historia, rinden homenaje a esta efemérides con la publicación de una historia compartida, titulada "LA GENERALA MANUELA SAENZ", del autor orense Vicente Poma Mendoza. El libro recoge el paso de Manuela Sáenz por estas tierras, rumbo al exilio.

Estación de Ceniza

Cuento

Por: Raúl Serrano Sánchez.

Después de ti
Nunca más
Un día siguiente.
IVÁN OÑATE

DE LAS VERSIONES sobre el fin de los abuelos, creo en la que pocos o nadie de la familia ha querido reparar ni darle crédito. Es la que me contaron Valdo, el pintor, y su mujer Dulce, con quienes los viejos compartían parte de sus días y un ala de la casa repleta de cuartos y objetos muy importantes para los viejos. Además son testigos que a la hora de los recuerdos, no tienen por qué mentir.
Según Valdo, a los abuelos no les agradaba mucho que los visitaran sus hijos y algunos nietos, sobre todo (los afectos no tenían mucho que ver) porque eso implicaba dejar de lado los ritos que realizaban a determinadas horas del día como desayunar, salir a comprar el periódico, recibir el sol en el patio, pasear por ese pequeño bosque que está cerca de la casa, recoger hojas y cazar mariposas que nunca las disecaban, porque tenían una sala repleta de ellas, o sentarse como siameses a mirar la televisión comiendo canguil. Además (se lo había contado la abuela a Dulce una tarde de té y galletas de avena) eran los mismos hijos que no desmayaban ni un minuto por convencerlos de que no debían seguir ocupando semejante casa, que lo mejor era que compartieran con otros ancianos, así no se iban a sentir deprimidos o solos, y la familia los visitaría puntual cada domingo, más a la mano.
A los abuelos (Celia y Julio César) la ausencia de sus parientes no llegó a preocuparles lo suficiente después de que en cierta ocasión llegaron con camiones y hombres que a la fuerza vaciaron la casa, los amarraron y los metieron a un automóvil, e incluso (esto se lo contó Julio César a Valdo, mientras el pintor ocultaba unos cuadros que no quería que Dulce los descubriera) les advirtieron que la casa, espaciosa y llena de muchos recuerdos, pronto estaría en venta, y que ellos no tenían que opinar nada porque estaban chochos, casi que acabados.
De ese ataque el abuelo se quedó sin gran parte de su colección de barquitos, carros antiguos en miniatura, y una porción de las mariposas que huyeron despavoridas; igual ocurrió con los vestidos que la abuela Celia perdió y que a duras penas recuperó después de tanto rogarle a los hijos que se los devolvieran. Además —palabras de una de las hijas mayores— eran vestidos atrevidos y ridículos que una señora respetable no tenía por qué estar usando, ¿entiende, usted? Lo único que sabía la abuela era que con esos vestidos el abuelo no se sentía triste por nada del mundo, incluso cuando ella los lucía era cuando se encontraban en la sala entre la luz de los candelabros, en el viejo tocadiscos cantando Gardel, El día que me quieras..., y la abuela pintada como lo hizo de joven, el abuelo demostrando que sus destrezas para el baile no se habían marchitado.
Valdo los veía sin que ellos supieran que eran espiados, no porque quisiera hacerlo, sino porque eran parte de los cuadros que en ausencia de Dulce pintaba, tratando de capturar a sus vecinos para siempre. Los abuelos bailaban hasta que se quedaban sin ropa, cobijados por la luz de los candelabros, sus palabras vueltas a resucitar, entonces Julio César sacaba de un escondite secreto un pequeño maletín de médico, lo abría con ansia, tembloroso, tratando de ser delicado, disponía las hipodérmicas sobre la mesa, mecía un frasco con una sustancia blanquecina que le abría los ojos del deseo de un tajo, mientras Gardel no dejaba de repetir acaricia mi ensueño/ el suave murmuulloo de mi suspirarr... La abuela jadeaba, tirada sobre esa mesa de centro como una sirena fuera del agua, el abuelo esbozando una sonrisa de complacencia, anuncio de que la dicha les llegaría total, y que se acercaba como un ángel salvador. Celia le daba el brazo mientras él le aplicaba su dosis, luego ella hacía lo propio con el abuelo, la mesa era un bajel que los llevaba por todos los mares del mundo, jadeaban, el abuelo aullaba como un lobo, Celia mudaba de voz, decía cosas del cielo, entonces Gardel flotaba en el silencio mientras que ellos combatían cuerpo a cuerpo hasta que los candelabros se apagaban, y Valdo, libreta en mano, no se perdía ningún gesto, sobre todo los que tenía que suponer porque no los veía, porque la ventana de su estudio confabulaba.
Muchas veces se preguntó (Dulce le dio algunas pistas) si en el fondo los abuelos eran conscientes de que contaban con otros ojos, un testigo que, de saberlo frente a ellos, los llenaba de nuevas energías, quizá ni siquiera hubieran requerido de las inyecciones, esas dosis de las que el abuelo sostenía que eran insulina para su diabetes.
Los viejos sabían que, de enterarse la familia, terminarían en un asilo miserable, rodeados de fantasmas, de hombres y mujeres que ya ni si-quiera pueden atreverse a insultar al diablo, o a pedirle a Dios algo que pudiera devolverles la decencia perdida. Celia le había contado a Dulce de aquella ocasión en que los hijos cayeron de sorpresa a celebrarles uno de sus cumpleaños. Al empujar la puerta, las mujeres se desmayaron, los hombres se quedaron mudos e idiotizados al encontrarlos tirados en medio de la sala, desnudos, como si hubieran sido violados o atacados por una horda de asaltantes o pandilleros. Entonces dispararon sus gritos al cielo, los abuelos lograron reaccionar y cubrir las evidencias a tiempo, aunque ciertos olores fueron justificados como parte del calcio que debía tomar Celia por la artritis. Los hijos volvieron a insistir, a veces rayando en la hostilidad, que debían salir de ahí, que ese caserón y la soledad podía acabarlos o cualquier momento ocurría lo peor, ¿entienden?
- No vamos a salir de aquí jamás. Esta es nuestra casa. ¿Comprenden ustedes?- respondió el abuelo temblando y enrojecido de ira.
Alguna ocasión en que Valdo abordó a Julio César por el jardín, le contó de los cuadros en los que trabajaba; le comentó que se trataba de la historia de una pareja que desde niños habían prometido ser como un nudo, y que nada ni nadie echaría abajo esa promesa; le describió las escenas en una sala donde a la luz de los candelabros ellos volvían a ser los jóvenes e indoblegables amantes de antes, que sus cuerpos no sólo destilaban deseos sino que de ellos brotaban mariposas multicolores, y que no necesitaban de ninguna otra droga que no fueran sus caricias, quizá escuchar un bolero o un tango para que todo vuelva a empezar.
- ¡Qué afortunados! -apuntó el anciano-. Al menos esos no temían ser locos ni la gente creía que eran unos pervertidos.
Para Dulce eso era invadir territorios sagrados. Valdo sostenía que no, que él también era parte de ese ritual, de ese territorio, que sólo pretendía hacerle saber a Julio César —y no porque quisiera entrometerse en su vida sino porque deseaba confirmar si ellos sabían que tenían un testigo privilegiado que a la vez era el cronista de sus combates— de esa guerra en la que Valdo más de una vez se veía como protagonista, incluso algún momento en que pintaba cierta escena paró porque tuvo la revelación de confirmar que parte de su futuro le estaba siendo anunciado.
Dulce no lo creyó así, quizá porque no había visto (era parte de los acuerdos) los cuadros de Valdo, sólo los encuentros de los abuelos que en el silencio de la noche los empujaba (a Valdo y a Dulce) a renunciar al cansancio, a romper con las postergaciones mientras que Gardel volvía a cantar El día que me quieras/ kt rosa que engalana..., y la abuela aullaba, Dulce haciéndole eco, Valdo pensando que era el momento en que el abuelo corría entusiasmado, con esa alegría del niño que descubre lo prohibido, a sacar su maletín y preparar los instrumentos con los que volvía a ingresar a ese ritual del que Valdo había trazado una y mil escenas, de pronto demasiadas como para no querer compartirlas durante mucho tiempo con nadie, ni siquiera con Dulce (era su superstición) que en su desnudez le preguntaba lo que suponía que la abuela le consultaba a Julio César hace siglos, o en ese momento cuando la lluvia se desataba afuera y de Gardel sólo quedaba un eco leve que se fundía con el canto de los primeros pájaros de la mañana.
Dulce se entendía muy bien con la abuela Celia, a quien los sábados temprano le gustaba ocuparse del jardín, tratar de encontrar una mariposa distinta que contentara al abuelo. Dulce se preguntaba si todos los que salieron de ese cuerpo, hoy convertidos en enemigos, tendrían el mismo lugar en los recuerdos de Celia y su marido. De pronto no era necesario escarbar, bastaba con saber que en las paredes de la sala colgaban las fotografías de los hijos y los nietos respondiendo a distintas épocas y a todas las preguntas que Valdo intentó contestarle a Dulce, quien una medianoche despertó sudorosa, temblando, echando gritos que el pintor tuvo que dejar los pinceles a un lado para atenderla, sosegarla con sus palabras y caricias olorosas a resina. Dulce clavó sus ojos grandes como los de Sofía Loren en el rostro de Valdo, que se quedó callado, pensando si en el delirio o la pesadilla de su mujer ella había llegado a adivinar, a encontrarse con las criaturas de todos los cuadros que pintaba a sus espaldas, sin saber qué hacía fuera de casa, en esas reuniones de las que Dulce retornaba cansada, ya ni siquiera dispuesta a preguntarle si había avanzado en los cuadros porque era una pregunta monótona, un lugar común, prácticamente algo sobrentendido. Valdo pensó que ese día del que tanto le había hablado estaba por llegar, que sólo era cuestión de esperar, incluso los abuelos estarían ahí como invitados especiales. Dulce era una muñeca de yeso, sus ojos cambiaban de color; entonces Valdo creyó encontrar al fondo un breve aleteo de mariposa, le preguntó lo obvio, lo inevitable. Dulce reaccionó moviendo la cabeza afirmativamente: en el sueño había dos personas, se encontraban cara a cara, no decían sus nombres, sólo querían huir de quienes pretendían enclaustrarlos por malvados, indecentes, por hacer perversidades, como si no tuvieran nietos; refundirlos en una mazmorra como las de la inquisición; los escuchaba musitar una música deplorable, dolorosa, lastimera; Dulce les preguntaba qué podía hacer por ellos, pero sus respuestas no le llegaban, entonces se esforzaba por derribar una puerta infame, por encender un candelabro, pero cientos de mariposas convertidas en murciélagos, en pájaros siniestros la atacaban, pretendían devorarle los ojos para que no viera más, los oídos para que no escuchara esos ruegos y lamentos que la llenaban de rabia, que la ponían a gritar el nombre de Valdo sin que él le respondiera, ni siquiera si estaba ahí o no, en medio de ese cuadro que creyó que no le pertenecía, más aún cuando Gardel volvió a El día que me quieras..., y Valdo agarrando las manos de Dulce le propuso caminar hacia la ventana del estudio para espiar a los abuelos bailando tango a la luz de los candelabros, desnudos como un par de adolescentes salvajes, alucinados, devorándose como hambrientos hasta que el efecto de la dosis que se aplicaban los lanzaba al sofá o al piso como los sobrevivientes de un naufragio, quizá el último, el que Dulce vislumbró (versión que nadie aceptará) esa misma noche en la que Valdo se convenció (los abuelos se desplomaron como partidos por un rayo) de que no tenía que enseñarle ningún cuadro, que todo estaba de más.


(Quito/mayo/2001, septiembre/2004)

Raúl serrano Sánchez

Raúl Serrano Sánchez (Arenillas, El Oro, 1962). En los ochenta integró el taller íterario Lapequeñalulupa y estudió comunicación social en la Universidad Central Ecuador; realizó estudios de maestría, Mención Literatura Hispanoamericana en Universidad Andina Simón Bolívar. Integra el Consejo Editorial de las revista de creación literaria Eskeletra y Kipus. 1988 obtuvo el premio nacional de "Juegos Florales" de Ambato. Con “Las Mujeres están locas por mí”, se hizo creedor al tercer premio en el Concurso Nacional de Cuento "75 Años de Diario El Universo", 1996; y al Premio Nacional "Joaquín Gallegos Lara" (Municipio de Quito, 1997) al mejor libro publicado en el año. En el 2003 obtuvo el III Premio en la Bienal de Cuento "Pablo Palacio". En el 2004 el II Premio en el Concurso Nacional de Cuento convocado por Hogar de Guayaquil. Ha publicado: “Los días enanos”, cuentos, 1990; un puñado de notas críticas en el índice de la narrativa ecuatoriana, 1991; “Pedro Jorge Vera: Los amigos y los años. Correspondencia, 1930-1980 (2002)”. Consta en las antologías: En busca del cuento perdido, 1996; Antología básica del cuento ecuatoriano, 1999; Nuevos proyec¬tos de escritura ecuatoriana (Hispamérica, 2000) y en la Antología esencial -Ecuador siglo XX- El cuento (2004). Junto a Iván Oñate, preparó el portal para internet de la Panorámica de la Literatura Ecuatoriana del siglo XX (Quito, 2000).

Taller práctico de hipnosis


El día 12 de junio del 2009, en la Cámara de Comercio, se realizó el primer Seminario de Hipnosis a cargo de los estudiantes del cuarto año de Psicología Clínica sección matutina, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Técnica de Machala, en el que intervino el Dr. Fernando Sarmiento, Hipnoterapeuta y Psicólogo Clínico cuencano, reconocido a nivel nacional por practicar la hipnosis anestésica.
El Dr. Sarmiento expuso que la hipnosis es un recurso que permite conocer los factores influyentes en la conducta y comportamiento humano, y que por lo tanto puede ser usado con fines terapéuticos, tanto como parte de la terapia psicológica como anestésico en los casos de cirugía.
Los temas que se trató fueron: ¿Qué es la hipnosis?, Hipnosis anestésica y analgésica, Hipnosis en tratamiento de cuadros específicos y enfermedades, Hipnosis en adicciones y Psicoterapia con hipnosis.
(Tahina Lapo, Adriana, Guanuche, Mónica Dávila)