jueves, 7 de enero de 2010

MEMORIA SONORA: Un documental sobre “El Chazo” Jara

Entrevista a Jorge Prócel

Por Aldo Valarezo.


¿Por qué un documental sobre “El Chazo Jara”?
Entiendo que como Unidad de Patrimonio, Historia y Culturas del Gobierno Provincial Autónomo de El Oro se viene trabajando en lo patrimonial desde hace algunos años, de hecho tengo entendido que existe un trabajo documental sobre Rosa Vivar; y ahora Vicente Poma, que es Miembro de la Academia de Historia del Ecuador y director de la Unidad me ha invitado a que participe del trabajo sobre José Antonio Jara, y lo he asumido con entusiasmo porque siempre me ha interesado el trabajo patrimonial. El Chazo Jara porque es uno de los valores olvidados que tiene esta provincia. Al igual que los poetas Marcelo Zambrano Torres, Alejandro Campoverde Andrade y Kléber Franco Cruz, el Chazo ha sido relegado del imaginario artístico y cultural de esta provincia. No porque la modernidad les ha caído vertiginosamente a los representantes de una práctica artística o cultural de provincia y han quedado obsoletos, sino porque la institucionalidad cultural estatal, en esta provincia, no ha representado a los artistas ni a la cultura orense; prefiero pensar que se trata sólo consecuencia de la ignorancia, antes de “la mala fe”, como lo califica el Presidente Correa a todas esas actitudes calculadoras de quienes siempre, de cualquier manera, han estado en el poder o se han beneficiado de él, aunque quizá haya parte de eso. Menos mal que se están dando condiciones para cambiar ese paisaje macabro. Ha habido en el país un debate intenso sobre el tema cultura, y se ha logrado establecer diferencias entre lo artístico y lo cultural, en el sentido de lo patrimonial, y en ese contexto ésta es nuestra propuesta. El documental no pretende ser una propuesta artística ni la verdad absoluta sobre el tema “Chazo Jara”, sino una aproximación al trabajo de “El Chazo”, para socializar su arte, para identificarnos como una comunidad con historia, con valores, con artistas que supieron expresar de manera intensa su visión, a veces trágica o a veces humorística, del mundo, y que han aportado con eso a lo que sería actualmente parte del discurso de identidad de nuestra provincia.


Avance del documental.

No existe abundante bibliografía sobre El Chazo ¿cuál fue la línea que se siguió en la investigación?
El documental, sobre todo, se basa en la publicación de la segunda cartilla Patrimonial Orense, auspiciada por la Unidad y de autoría compartida entre el Dr. Gonzalo Rodríguez Calderón y el Historiador Vicente Poma Mendoza. Se ha acudido a otras fuentes y señaladores historiográficos, pero sobre todo se trabajó con los testimonios de personas que estuvieron cerca de este artista, como Manuel Orellana y Daniel Pinos. Daniel Pinos actualmente vive en Cuenca y es dueño de Radio Cuenca; Manuel Orellana, que vive en Zaruma, es quien le acompañó en la primera grabación de “Olvidarte Jamás”, porque luego hubo otra versión adaptada para el coro del Club Deportivo Trébol, y Pinos es músico, cantante y compositor, integrante del grupo Los Aztecas, con el cual inicia las giras y posteriormente, como grupo Cancioneros de El Oro, realiza las grabaciones que le dan fama a nivel nacional.

Háblanos sobre la estructura del trabajo.
Se basa en conversaciones con Gonzalo Rodríguez Calderón, el mismo Vicente Poma Mendoza, Manuel Orellana y Daniel Pinos, en ese orden. Poma nos ayuda a entender la herencia cantora de la región, como producto del mestizaje; Rodríguez Calderón, que siempre ha estado trabajando en la memoria de su pueblo, nos comparte sus observaciones acerca de la influencia del medio en que nace, a mediados del siglo pasado, el fenómeno “Chazo Jara”; porque la creatividad de José Antonio Aguilar le abre las puertas de las disqueras de Guayaquil, eso es algo que no ha vuelto a pasar a ningún hijo de estas tierras; en una especia de conversación, con contrapunto y todo, Manuel Orellana desde Zaruma y Daniel Pinos desde Cuenca nos aproximan al “Chazo” como persona, creador y amigo. Son 36 minutos que están segmentados en capítulos que incluye un espacio para las anécdotas. En su transcurso, como banda sonora se escucha parte de la producción de Jara con sus diversos grupos, y eso le da nombre al documental: Memoria Sonora, porque muchos de esos temas los hemos escuchado o se siguen escuchando en algunas radios, pero se desconoce que son del Chazo Jara. Algunos planteles cada año representan sus bailes, como “El Cafetal”, “Machala Amor y Esperanza”, entre otros, y se olvidan decirles a sus estudiantes que esos temas fueron hechos por orenses; el mismo tema “Olvidarte Jamás”, que se escucha a nivel nacional y que algunos creen que es creación de Los Panchos, salió de estas tierras.
Con esto espero compartir no sólo mis preocupaciones sobre el tema patrimonial, como tan bien lo está haciendo el Gobierno Provincial Autónomo de El Oro con su Unidad, sino también la esperanza para la realización documental. Tenemos muchas cosas que contar, qué compartir.

Tras la huella del documental“EL CHAZO JARA: MEMORIA SONORA”



Jotaprócel

Empecé a trabajar el documental tras la invitación de Vicente Poma (el Historiador Vicente A. Poma Mendoza), que está al frente de la Unidad de Patrimonio, Historia y Culturas del Gobierno Provincial Autónomo de El Oro. Como institución había planificado el seguimiento de la memoria viva de José Antonio “El Chazo” Jara Aguilar, y yo me encargaría del documental. Planificamos el viaje a Zaruma, ciudad natal del cantante y compositor orense que había iniciado su trabajo a mediados del siglo pasado, con tal intensidad y virtuosismo que lo llevaron a la grabación de discos y recorridos a nivel nacional; la intensión era una entrevista con el Dr. Gonzalo Rodríguez Calderón.
La entrevista con el Dr. Rodríguez Calderón comenzó de pronto. Habíamos llegado con Vicente a la cooperativa T.A.C. de Zaruma y vi que de pronto él empezó a subir las escaleras hacia las oficinas. Ahí saludó con alguien que luego me enteré que era el Dr. Rodríguez. Yo había, desde muchacho, leído algo de su autoría sobre anécdotas y leyendas de Zaruma, y sabía de la existencia de este hombre preocupado por conocer y recoger los rastros patrimoniales de su pueblo, pero no tenía ninguna referencia de su rostro. Luego del saludo empezó la entrevista, de sopetón, con tiempo apenas de encender la filmadora y buscar dónde ubicarla. Por eso algunas tomas salen a contraluz, con gran contraste. Al principio renegué un poco, porque incluso el micrófono capta los ruidos de la calle, el pito del bus que llega al terminal y luego se estaciona a esperar turno, capta incluso el canto de un gallo. Ante esos “ruidos” la tecnología de los programas de edición de audio o de vídeo, nada puede hacer porque están insertos en el discurso. Sin embargo luego advertí que esos supuestos errores eran parte de los recursos del documental: Quien reniegue, como yo al principio, de esos “ruidos” no capta lo espontáneo de la información de primera mano que nos ofrece el Dr. Gonzalo Rodríguez Calderón, el sonido ambiental de la ciudad rural, donde nació y vivió el más grande músico y compositor de nuestra provincia. Él nos permite comprender el sueño del niño José Antonio, de la ciudad que lo vio crecer.
El Dr. Rodríguez Calderón nos da pistas sobre cómo ubicar a Manuel Orellana, con quien Antonio Jara hizo uno de los dúos famosos de la época, y con quien graba la primera versión de “Olvidarte Jamás”, porque luego, el mismo tema, lo adaptaría para el Coro del C.D. El Trébol. Tomamos una camioneta de alquiler, estacionada al frente de la Cooperativa de Transporte, cuyo chófer tenía misión de llevarnos donde “El Peto”, como lo conocen en su pueblo a Manuel Orellana. Camino al Cerro Gordo, al que el dúo Jara Orellana, con la orquesta Los Bemoles, le dedicara un tema, mientras hacía una toma del empedrado de una calle, que en el documental es el fondo sobre el cual se inicia la titulación, el chófer de la camioneta observó que el viejo cantante estaba saliendo de casa, ubicada en el cerro de al frente. “Ya lo traigo”, dijo y se marchó, luego de unos minutos nos presentó al hombre sencillo, bien entrado en años, con el cual “El Chazo” Jara había hecho inmortal una de sus inspiraciones. En realidad fue muy poca la información proporcionada verbalmente, pero nos entregó con sus gestos, con su silencio, con su memoria y desmemoria sonora, la parte más emotiva del documental:
Nos invitó a su humilde casita, levantada entre la carretera y el barranco, para mostrarnos algunas fotos; pero apenas llegamos, mientras intentaba registraba las fotos, menciones y diplomas que colgaban de las paredes, Don Manuel colocó el disco pirata de portada negra donde está como primer tema “Olvidarte Jamás”; quizá por la sordera de sus años, la música sonó a alto volumen por lo que apenas escuché a Vicente que me llamaba para que registre cómo don Manuel se sentaba y con los ojos en un punto perdido de su memoria, nos regalaba la imagen más conmovedora de la impotencia ante el tiempo, se sacaba la gorra y la botaba a un costado como quien vota la última carta en una partida en la que todo está en juego, y se abandona a perder. Eso me conmovió. Cerca de la cámara, sobre una mesita de centro, una foto en blanco y negro de una orquesta donde está cantando Manuel Orellana, me ofrecía la posibilidad de hacer un flashback con fotos de la época, así que desplacé la cámara ligeramente desde la imagen de Manuel Orellana hacia la foto. Con la cámara encendida iba persiguiendo los cuadros de las paredes, hasta que Vicente otra vez me llama y capto a Orellana intentando coger el ritmo con maracas ficticias en cada mano y entonces canta uno, dos, tres versos, y luego la memoria lo abandona. Pero no se deja y sigue persiguiendo con su voz gastada la voz de otro Manuel Orellana, el de hace casi medio siglo atrás. Eso también me conmovió. Cuando se acabó el tema, en el silencio de unos tres segundos, transcurre un mundo en el que Orellana abre lo brazos como diciendo “eso fue todo. Todo se acabó” y se acomoda la correa, y yo entiendo: “Estoy sobreviviendo, carajo” Quizá una lectura errada, pero que me sobrecoge; bajo la cámara y veo a Vicente, con sus gafas negras que no logran ocultar las lágrimas que tiene en las mejillas. Habíamos asistido a una batalla desigual del hombre contra el tiempo; nos habíamos asomado a una dimensión donde era posible ver que el tiempo era implacable y que el hombre en ocasiones lo vence, cuando se entrega con pasión en lo que hace, en lo que cree, en lo que ama, aunque esa entrega sea sólo un instante, como una mirada, un beso furtivo, un querer imposible capaz de anularnos. De eso habla la canción, lo había entendido recién, aunque guardo su letra y su ritmo desde los tiempos de mi adolescencia. Si la toma sube y baja en ese momento, es porque en ese instante me siento haber librado esa batalla, y también estoy llorando frente al momento poético que crea la impotencia ante el tiempo, pero que es vencido por la canción que nos hace partícipes de la angustia de amar. Los últimos versos “aunque me cueste la vida, olvidarte jamás” fue desde entonces una sentencia cumplida: el amor que ha logrado, en la canción, sobrevivir a los amantes.
Bajando del Cerro Gordo encontramos, ya cerca del centro, una tienda de discos donde en cuatro volúmenes se ofrece la música de “El Chazo”, una edición pirata casera que rinde homenaje al más grande músico orense.
Frente al parque, en el restaurante de Norman Ortega, encontramos algunas fotos de parte de la historia de Zaruma pegadas en la pared, de donde tomamos algunas que salen en el documental, al igual que algunos discos de carbón, los primeros, grabados por José Antonio Jara. En el mismo restaurante Jorge González Reyes nos da información de que Daniel Pinos, del grupo Los Aztecas y luego de Cancioneros El Oro, vive en Cuenca y es dueño de Radio Cuenca.
Y al día siguiente estoy en Cuenca y logro una entrevista con él, luego de esperar cinco horas, porque aunque es un hombre de avanzada edad, aún se mantiene fuerte y dirige, de lunes a viernes, un programa de comentarios y entrevistas en vivo. Dos viajes se realizaron a Cuenca, para entrevistar a Daniel Pinos, quien durante todo este tiempo ha logrado seguir cultivando su inspiración poética, la cual fue musicalizada, en su tiempo por “El Chazo”.
Daniel abunda en datos. Por él sabemos de la manera de escribir, componer y grabar. Sus recuerdos nos remontan al José Antonio Jara humano. Nos permiten ver al hombre, al creador.
El documental está segmentado en partes claves que nos permiten comprender al ambiente, la atmósfera de la ciudad donde nace y se desarrolla el músico: Desde la visión de la influencia de la conquista, el mestizaje y la relación de factores importantes, decisivos, como son la presencia de la compañía minera norteamericana, con todo el movimiento social, tecnológico y económico que significaba, así como la presencia de maestros de música lojanos; también hay un espacio para el humor, las anécdotas del “Cacito” y, claro, el desenlace fatal de su último viaje.
El documental evita, en lo posible, la vida íntima o familiar del artista. Más nos interesaba acercarnos al artista, a su propuesta, a su trabajo.
En un sociedad donde el chisme se ha institucionalizado en los medios de comunicación, creo que conocer del trabajo ferviente de este artista es el mejor homenaje que se le puede hacer a la provincia, a las futuras generaciones: poner en evidencia la capacidad de nuestra gente y desmantelar los viejos sistemas de las instituciones culturales que han negado nuestros valores por modelos que no nos identifican.
Creo que este trabajo es parte de los nuevos conceptos de cultura y arte por el que a nivel nacional se ha estado trabajando: memoria patrimonial que nos identifique, que nos ayude a construir nuestra identidad. Creo que la tarea recién empieza y que esto es sólo un borrador. Deben venir, es necesario, que tras esta propuesta, vengan otras que nos ayuden a comprender cuáles son los presupuestos de lo que somos.

SAN ANTONIO DE MACHALA



La Unidad de Patrimonio, Historia y Culturas del Gobierno Provincial Autónomo de El Oro celebró el centenario del natalicio de uno de los más auténticos poetas de la provincia: El pasajeño Alejandro Campoverde Andrade, y lo hizo con una sencilla reedición de parte de su obra literaria, junto a la biografía del autor, en la Cartilla de Difusión Cultural Nº 1. La cartilla Nº 2 fue dedicada a rescatar la obra del músico zarumeño José Antonio “El Chazo” Jara Aguilar. Otra publicación en este año fue la del profesor Vicente Poma Mendoza : “En el Pueblo de SAN ANTONIO DE MACHALA”, una recopilación de documentos que testimonian, desde las crónicas de Indias, parte de la historia de la región que actualmente comprendería la ciudad de Machala, así como fe de bautismo que declaran que el nombre de la ciudad es San Antonio de Machala.

Caravana cultural DEL MAR AL CIELO

Desde mediados de octubre la Dirección de Cultura de El Oro inició una gira por cada uno de los cantones de la provincia, presentando el espectáculo de música en vivo, teatro, danza y títeres denominado DEL MAR AL CIELO. Para esto se convocó a poetas, actores, bailarines y músicos para que, en un proceso de identificación de presupuestos artísticos, culturales e históricos, tomando textos de Kléber Franco Cruz, Alejandro Campoverde Andrade y Roy Sigüenza, crear una obra de teatro, un guión para danza y la banda sonora.
La Dirección General y la puesta en escena fueron trabajadas por Ángel Vélez Torres, quien junto a Jorge Prócel elaboraron el texto. La escenografía y vestuario corrieron a cargo de Tania Ruiz. La creación de la banda sonora, y la selección en general de la música, fue una propuesta de Aníbal Romero. Integraron el elenco Walter Yaguachi, Andrea Landázuri, Cecilia Salazar, Roger Arcaye, Katya López, Fabián Sánchez, Johanna Aguirre, Ángel Orellana y Marcelo Cruz; la música estuvo a cargo de Aníbal Romero, Carlos Humberto Maldonado y Julio Moscoso; los títeres de Iván y Eckel Cruz pusieron la nota de humor.
En Machala el espectáculo se presentó en las parroquias La Unión y Puerto Bolívar. Lamentablemente este evento no fue conocido por falta de entusiasmo de la Sección de Prensa de la Dirección de Cultura; algunos pagos de quienes trabajaron han quedado para el próximo año porque algunos funcionarios habían olvidado hacer el informe de la actividad.

miércoles, 6 de enero de 2010

UNA LEY PARA LA CULTURA



Un aspecto que no siempre está visible, en la creación de la identidad nacional, es el trabajo realizado por autores, actores y gestores culturales.


Parte de la delegación de El Oro que integraron la mesa 4 en Montecristi: Fredy Figueroa, Jorge Prócel, Elvia Marchena.

La creación de un Ministerio para la cultura, supondría un avance en la preocupación del Estado por el desarrollo de la sociedad, pero éste sería posible dentro de un sistema donde el arte y la cultura, así como sus autores, actores y gestores, dispongan de un marco legal. En ese sentido, se culminó, a mediados de julio, en Montecristi, un proceso denominado 100 días por la cultura.
Y a Montecristi llegamos, desde los confines de la Patria, a dejar parte de nuestra experiencia como gestores culturales, en la propuesta a la nueva Ley de Cultura. La buseta que venía desde Zamora, pasando por Loja, tenía sólo seis horas de retraso cuando llegó a Machala, desde donde salimos a las dieciocho horas para llegar a Manta a las tres de la mañana del viernes.
Ahí se reunieron los trabajadores del arte y la cultura de todo el país para aportar con su experiencia en la creación de una propuesta de Ley de Cultura, que actualmente está por discutirse en la Asamblea Nacional. De El Oro partieron delegaciones para cada uno de las fases de este proceso, que se desarrollaron en diversas partes del país.
Uno de los aportes de la delegación orense, en Montecristi, fueron: “que los funcionarios de las Direcciones de Cultura provinciales, que ya están con nombramiento, sean sometidos al mismo proceso de evaluación que se realiza en el magisterio, para garantizar la idoneidad en su cargo”. Otro aporte fue “que todos los actores, autores y gestores culturales participantes del proceso de creación de la propuesta de Ley de Cultura sean considerados como veedores culturales de su provincia, para garantizar los derechos de los ciudadanos a los espacios públicos”. De igual, manera se trabajó en las garantías que debe brindar esta Ley, para el desarrollo del trabajo de los artistas y gestores culturales, así como en su capacitación.


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UN MINISTERIO ES UN MINISTERIO
  • Cuando Ramiro Cruz asumió la Dirección de Cultura de El Oro, la gente confiaba que la situación cultural cambie en la provincia, puesto que era la primera vez que un artista, un gestor cultural, estaba al frente de una institución cultural,sobre todo con poder del gobierno. Eso fue a finales del 2008; en noviembre, ya como Director de Cultura, le toca, hacer el POA (Programa Operativo Anual). Pero nadie de la Dirección de Cultura sabía lo que era un POA, pese a estar algo más de un año en sus cargos.
    Entonces Ramiro nos convoca a Ángel Vélez, Yamina Armijos, Enrique Madrid y a mi persona, a que le ayudemos a hacer el POA.
    Una mañana de mayo, en la oficina de Ramiro, reunidos Ángel, Ramiro y yo, le decíamos que no veíamos nada de lo que habiamos planificado y que debía comenzar en febrero, y Ramiro argumentaba que debíamos esperar, que eso no dependía de él. Eso escuchó Melba, y se metió gratuitamente en la discución. Eso fue en mayo, y he esperado todo este tiempo sus debidas disculpas, pero como no lo ha hecho, nada tengo que solaparle y publico lo que debo. Sé que con esto me puedo estar ganando una persecución de quienes no entienden lo que es una revoluci{on ciudadana que está impulsando Rafaél Correa, y sé que puedo estar perdiendo en esta batalla gratuita, aparentemente, pero necesaria a mi dignidad y a la dignidad de los trabajadores del arte y la cultura que necesitan realizar sus trámites en instituciones del Estado creadas para ayudar a resolver los problemas, no para agudizarlos. Melba es parte del buró del partido de gobierno en la provincia, y fue candidata a asambleista. Su mejor discurso es coincidir con Correa y se jacta de que, al igual que él, "no pierde el tiempo leyendo la prensa".
  • Entiendo que Correa, por sus múltiples responsabilidades, no tenga tiempo para esto, sin embargo alguien de confianza "le ha de dar leyendo", como dicen los quiteños. Pero Melba ¿qué responsabilidades tiene? si el POA de este año tampoco lo hizo, y la revolución ciudadana le paga 900 dólares al mes por hacer nada, cuando el sueldo promedio de los ecuatorianos es de 300 dólares.

Melba Piedra, funcionaria de la Dirección de Cultura de El Oro: (Min)…isterio de Cultura.
Usuario Jorge Prócel: ¡Pero si ustedes están aquí, cerca de dos años y no saben qué es el Ministerio…
Usuario Ángel Vélez: Chao, Ramiro. Nos vemos cualquier rato.
Usuario Jorge Prócel: Cómo vamos nosotros desde afuera a saber!
Melba Piedra: Muy bien, espero que ya no vuelvan aquí.
Jorge Prócel: No me puedes negar la entrada aquí. No me puedes negar la entrada.
Melba Piedra: No mientras estemos nosotros. De ahí, de la puerta para afuera.
Jorge Prócel: No me puedes negar a mí la entrada, porque esta es una institución del Estado.
Melba Piedra: ¿Así?
Jorge Prócel: Esta es una institución del Estado.
Melba Piedra: Entonces vaya y dígalo públicamente.
Jorge Prócel: Claro que sí. Lo voy a publicar aquí en internet.
Melba Piedra: Dígalo.
Jorge Prócel: Por eso estoy grabando. Vuelve a decir, Melba Piedra, que yo no puedo poner un pie...
Melba Piedra: Para venir, en esa forma, no.
Jorge Prócel: ¿En qué forma?
Melba Piedra: Vienen a una institución del Estado, y yo creo que deben guardar el respeto debido. Váyase también a la Gobernación a criticar a la Gobernación, o váyase a criticar al Gobierno Provincial autónomo, ahí mismo, dentro de la oficina.
Jorge Prócel: ¿O sea que tú crees ser la Gobernadora?
Melba Piedra: No, no, no.
Jorge Prócel: ¿Tú crees ser la Prefecta? Tú eres una funcionaria.
Melba Piedra: Por eso.
Jorge Prócel: Pero eres una empleada únicamente. A ti no te estoy cuestionando nada.
Melba Piedra: Vienes ahí a insultarme.
Jorge Prócel: Dime qué insulto te he dado.
Melba Piedra: Que yo te diga zamba canuta de este periódico. A ti no te gustaría.
Jorge Prócel: Dime de qué manera te he insultado.
Melba Piedra: No me has insultado pero…
Jorge Prócel: Entonces de qué estas diciendo que yo vengo a insultar
Melba Piedra: …ya basta de críticas mal sanas y diatribas.
Jorge Prócel: Tengo que criticarlo a él porque está cerca de un año y no se ve gestión.
Melba Piedra: Ustedes no saben lo que es el ministerio de cultura. Ese es el problema.
Jorge Prócel: ¿Qué es el Ministerio de Cultura?
Melba Piedra: El Ministerio de Cultura es un Ministerio. Nosotros no curamos enfermos, creamos instituciones de salud. Si tú estás enfermo tú no te vas al Ministerio de Salud, Jorge, te vas a una clínica, te vas a un centro de salud. El Ministerio es el gestor, el que tiene que hacer que la cultura se vaya implementando. El Ministerio es el que aprueba. Ustedes quieren que nosotros hagamos una danza… y con eso ustedes ya se quedan contentos, que hagamos comparsas con las calles y ya está. ¡No! Ese no es nuestro papel. Ese es el papel de los actores y gestores culturales.
Jorge Prócel: Ni siquiera has estado escuchando de lo que estábamos hablando.
Melba Piedra: ¿Por qué me filmas? ¿Por qué me filmas?
Jorge Prócel: Porque yo necesito grab... grabar todo esto.
Melba Piedra: : ¡Qué... qué puerco, qué sucio!
Jorge Prócel: ¿Cómo puedes decir que esto es puerco?
Melba Piedra: ¡Qué sucio que eres!
Jorge Prócel: Te estoy diciendo que hace rato te estoy filmando…
Melba Piedra: Estas practicando el periodismo típico que nos tiene a todos los ecuatorianos asqueados.
Jorge Prócel: …porque después tú dices una cosa, tú vas a decir otra cosa que no es la que va a estar grabada aquí.
Melba Piedra: Ustedes no son capaces de dar propuestas, lo único que hacen es criticar, eso es el problema.
Jorge Prócel: ¿Y no quieres que te critiquen?
Melba Piedra: Por supuesto que sí.
Jorge Prócel: Entonces tienes que aceptar las críticas, pues.
Melba Piedra: Pero ¿qué plantean ustedes? ¿qué plantean ustedes? ¿Cómo están aportando ustedes? Ustedes no están aportando nada.
Jorge Prócel: Te voy a decir de qué manera, aunque no te mereces que te lo diga. Pero con el trabajo que hemos hecho con Ángel Vélez aquí ustedes tienen qué comer este año, al menos.
Melba Piedra: ¡Qué bajo que has caído, Jorge!
Jorge Prócel: Sí. Porque nosotros hemos hecho el POA…
Melba Piedra: Tú no eres el Jorge que yo conocí.
Jorge Prócel: …y ustedes no han aportado para nada al POA.
Melba Piedra: ¿Y ustedes están enterados?
Jorge Prócel: Ese trabajo nosotros lo hemos hecho nosotros para que ustedes puedan comer.
Melba Piedra: ¿Y ustedes están enterados lo que el Ministerio de Cultura ha hecho…
Jorge Prócel: Ese trabajo hemos estado haciendo para que ustedes puedan comer.
Secretaria: No, Jorge, está equivocado.
Melba Piedra: Fílmala a ella también, y saca lo que dice.
Jorge Prócel: Está bien.
Secretaria: …porque (...) porque el Director jamás convocó a todo el personal de aquí.
Jorge Prócel: Ustedes no pueden negar la entrada aquí, esta es una institución del Estado, es un espacio público.
Secretaria: No señor, nadie le está negando la entrada.