sábado, 14 de agosto de 2010

PARQUE ECOLÓGICO ¡LÓGICO!

Por: Jorge Prócel Ramírez.



jotaprocel@yahoo.com



Parodiando al poeta James Martínez, propongo tres escenas de la ciudad posible o negada, a propósito del destino del campo de aterrizaje:

1. Una parte de la población quiere lotizar. Pero eso crearía más problemas ¿Quiénes van a ser los beneficiados? La ciudad evidencia la urgencia de cumplir las necesidades básicas (alcantarillado, agua potable), como para iniciar un proyecto que debe plantearse como urbanización. Beneficiaría a ¿quinientos, mil, cinco mil? pero recargaría las redes de alcantarillado y agua potable, que no están preparadas.

2. Los machaleños que vemos más allá de la venta del día, que creemos en el futuro, en una ciudad para vivirla, no para sufrirla en manos de la anarquía y el clientelismo, pensamos que Falquez está en deuda con la promesa de reubicar al comercio informal. No es posible que se ignore los mercados para vender los productos sobre el rezumado de las alcantarillas. Queremos que la ciudad se descentralice.

3. Actualmente en el parque trota mucha gente. Es la única zona sin los malos olores de las circunvalaciones, o gases tóxicos del tránsito de entrada a la ciudad. Aquí los pequeños aprenden a montar bicicleta, volar cometas y conviven con la naturaleza: en invierno se forman estanques que atraen gaviotas, garzas y gallaretas, que conviven con los chilalos, azulejos, viviñas, tilingos, putillas y otras aves cuyos nombres ignoro. Aquí están especies endémicas como la granadilla enana (1 cm), el gusanito (con lágrimas largas, lisas o rugosas, que cura el dolor de muelas), el árbol de navidad (con guirnaldas incorporadas). Ahí sobreviven unos ejemplares de mangle blanco, dueño original de la zona.

El parque ecológico ya existe.

El Presidente ha ofrecido su ayuda. Falquez fue reelecto porque necesitamos los cambios. Y el Gobernador no ha sido cambiado porque, suponemos, el Presidente aún le concede la oportunidad de hacer algo trascendente.

Si ellos no pueden decidir tendremos que llevarlo a consulta, porque mientras tanto los malos vecinos han empezado a extender sus patios dentro de nuestro parque.

Publicado en LA HORA-MACHALA,27 de julio de 2010

La libertad de opinión del Señor Gobernador

Por: Jorge Prócel Ramírez

jotaprocel@yahoo.com

Hace algunas semanas el tema del sicariato era un tabú. Mientras la prensa daba cuenta de los extraños asesinatos, en manos de motociclistas, los voceros de la Policía, casi al borde un ataque de histeria, decían: “No existe sicariato. Son problemas personales. No hay razón para decir que existe inseguridad”.

El experto en seguridad Franklin García opina que en el país hay “mercado” para el sicariato. Oferta y demanda de ajuste de cuentas. Un país donde la justicia parece obrar en beneficio de la agresor, secuestrada por los intereses de malos operadores del sistema, es el caldo de cultivo para los “ajusticiamiento”.

Cuando el coronel Juan Ruales se posesionó de la Comandancia de Guayas, dijo ante la televisión nacional: “Son problemas personales entre gente fuera de la Ley. Eso no quiere decir que no nos importe la vida de estas gentes, sino que son casos aislados”.

A los pocos días de esas desafortunadas palabras sucedió el crimen de la señora Jésica Núquez, con la frialdad de las más espeluznantes páginas de la novela negra, o la secuencia de un thriller que se ha quedado como parte de nuestra cotidianidad. Pero si llamó la atención la frialdad del asesino, llamó también la atención la frialdad, o la irresponsabilidad, de las declaraciones del Gobernador Edgar Córdova, recogida en las ediciones de la prensa local, que atribuía el hecho a una consecuencia de las investigaciones sobre actos de corrupción en la administración pública, que habría realizado el Asambleísta Zambrano, esposo de la víctima.

Sólo cuando el presidente Correa se interesa por dar con los responsables de la muerte de la esposa de uno de sus Asambleísta, “hasta las últimas consecuencias” es cuando la Policía ofrece a la justicia la detención de sospechosos.

Mientras tanto nos queda la duda, hecha pública por el Gobernador, sobre el incorrecto proceder de funcionarios de SU administración. Alguien debe tomar la paabra para aclarar las tremendas denuncias hechas en mala hora, o para pedir disculpas a quienes se ofendió con el comentario y la sospecha.

Publicado en LA HORA-MACHALA,19 de julio de 2010