martes, 14 de julio de 2009

En busca del Puente Perdido


En busca del Puente Perdido
Línea de frontera: punto de encuentro y desencuentro de la conciencia de origen de algunos de sus habitantes, descendientes de padres de ambos lados.

Jotaprócel
-¿Y cómo te llamas, pata?- pregunta Vicente.
-Yo soy Romero -le responde-. Soy el guardián de aquí.
-Tú eres de los Romero de Pasaje- dice Vicente.
-De Santa Rosa, allá tengo familia.
- Pero todos los Romero vienen de Zaruma.
-Sí- asiente-. De allá venimos
Estamos con Vicente Poma, miembro de la Academia de Historia del Ecuador, en busca del Puente perdido, cinco metros adentro del territorio peruano, pasando un hilo de agua que dicen es un ramal del Zarumilla, en las afueras de Chacras. Al frente nuestro, en el lado peruano, se lleva a cabo la construcción de un gran dique, con sus respectivas alcantarillas, que según lo planificado debe impedir las inundaciones típicas de invierno, cuando el tímido hilo de agua del Zarumilla se engorda, se despierta y se levanta arrasando con todo. La obra está muy avanzada y, según convenio, debe haber una contraparte del lado ecuatoriano. Sin embargo no hay nada más que tierra, vegetación, cultivos, un poco de palos pintados de blanco y de rojo. Nada más.
“Está suspendida la obra porque encontraron minas antitanques”, explica Romero.
Sobre el antiguo puente de madera, que sirvió de unión para el intercambio comercial entre Ecuador y Perú, desde el primer cuarto de siglo pasado hasta mediados, dice que su papá le contó que era por allá, al frente del pino del lado peruano, a pocos metros de La Palma, la población peruana frente a Chacras. “¿Ve esa bandera ecuatoriana, que se la ve como a mitad del río? Por ahí era”, afirma Romero.
Luego de caminar cerca de un kilómetro, en la orilla ecuatoriana, frente a la bandera, nos damos cuenta que no está en medio del río, sino al otro lado, cruzando el río. Un grupo de muchachos que cruza el río, caminando, nos saca de la incertidumbre:
“No, el río cruza también por el otro lado. Eso que ven es una isla que se formó con una creciente. Antes todo esto era chacra de la familia Mora y, donde estamos ahora, en el río, era la chacra de una tía. Sólo quedó eso, la Isla. Por eso está allá la Bandera ecuatoriana”, nos explica Henry, un muchacho vivaz de 13 años, hijo de padre ecuatoriano y madre peruana.
- Si quieren yo los llevo a donde era el puente. Mi abuelito dijo que era ahí, en el barranco- nos ofrece, luego de saber el motivo de nuestra presencia.

El puente le interesa particularmente a Vicente, para reconstruir el tránsito de Manuela Sáenz (http://es.wikipedia.org/wiki/Manuela_S%C3%A1enz) en su exilio hacia Perú, como parte de una de sus investigaciones.
Cruzamos el río, caminado, con los zapatos en la mano. En la chacra está regando don Orlando, su tío. Con una bomba doméstica, mediante pequeños diques, reparte el agua para el frejol, limones, yuca, papaya y otros cultivos pequeños que le da sustento a la economía familiar.
En el camino hacia el barranco, Vicente le pregunta a don Orlando, que también se ha sumado a nuestro empeño: ¿No han tenido problemas por la Bandera?
Foto publicada en Diario el Nacional,
registra el momento
en que el militar peruano devuelve
la Bandera al Jefe del ejército
ecuatoriano de la zona.


- Muchos. Ha veces se la han llevado. La última vez vino un grupo de militares peruanos, de civil, y se la llevaron. Yo les expliqué esto era ecuatoriano, que en una creciente el río se metió por otro lado, pero igual se la llevaron. El comandante de la Brigada de la provincia tuvo que pedirla, más o menos por el tiempo del conflicto del Cenepa, y entonces se la entregaron.

Hasta que llegamos al barranco. Ninguna señal. Sólo el cauce seco, rastros de nigüitos viejos cerca de un botadero de basura, y a treinta metros La Palma, un caserío próspero al que le están construyendo un sistema de alcantarillado, con una escuela y una biblioteca muy bien equipada, frente al parque donde donde un monumento le rinde homenaje a un héroe peruano de apellido Carrasco.
Las versiones de un habitante de Las Palmas ubican el puente del que no quedan vestigios, sólo la memoria recuperada de dónde estuvo, en un lugar que la misma naturaleza ha cambiado de aspecto.
Al despedirnos, aún nos acompaña Henry, que nos ayuda a cruzar de regreso el Zarumilla. Luego de despedirnos, Vicente le pregunta: ¿Cuál es tu otro apellido?
- Carrasco.
- ¿Familiar del héroe peruano?
- Sí.
- ¿Por qué es héroe?
- Porque lo mataron cuando íbamos a conquistar ese lado…

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